martes, 16 de septiembre de 2008

Bill Callahan - Teatro Normandie 13/09/08


El movimiento como la rigidez siempre tienen grados distintos de emoción, si bien un bailarín puede emocionar con sus pasos agilizados y considerados dentro de su coreografía, una pintura o una estatua puede llenar un grado de emoción inhóspita, que pocas veces se puede llegar a sentir en la vida. Esta ultima sensación se sintió el sábado 13 de septiembre con la visita de Bill Callahan (alias smog o (smog)), quien con micrófono, guitarra y un baterista, se presentó sin mas ni mas.

Abriendo de telonero estaba Fernando Milagros, quien el año pasado se gano el titulo de mejor artista nuevo en los medios especializados, con un setlist bastante austero –no se podía mas, todos esperábamos a Bill- de solo 5 temas, demostró que simplemente es un buen músico, pero que en su melodía y voz resonaba cierta nota símil a Gepe, algo que si bien no es malo, deja cierta sospecha a la originalidad del artista.

Mientras la impaciencia se apoderaba de los asientos del Teatro Normandie, de un momento a otro sale Bill Callahan, con guitarra en mano y su baterista acompañante llamado Luis Martínez, quien de manera excelentísima y con gran precisión sostuvo la batería durante todo el concierto. Bill Callahan por su parte fue un tipo inmóvil, que comenzando el concierto se le veía sosegado, algo que llamaba muchísimo la atención y que desde un comienzo impaciento a algunos espectadores, quienes dejaban la sala o simplemente se retiraban del recinto. Su setlist, algo completo, el cual se contuvo en sus dos últimos trabajos, como smog en, “A River Ain´t Too Much To Love” [2005] y como Bill Callahan en, “Woke On A Whaleheart” [2007].

Amores imperfectos, cuestionamientos de vidas pasadas, declaraciones amargas y tristezas contenidas, eran solamente algunas de las motivaciones en las canciones de Bill Callahan, quien sin movimientos emocionaba de tal forma, que ni siquiera uno estaba preparado para tanta emoción contenida en un ser como Callahan. La primera nota alta de la noche “Blood Red Bird”, rompiendo el hielo con el público y haciendo de la tensión algo totalmente olvidable. Le siguieron; “Our Anniversary”, “I Feel Like The Mother Of The World”, “I Break Horses”, “Diamond Dancer” y “Bloodflow”, siendo algunas de muchas glorias de la noche. Cierra con un “casi” memorable final –podría haber sido mas- con la bastante apática y ruidosa “Cold Blooded Old Times”, quizás la canción mas conocida de Callahan y la que mas se disfruto dentro de la jornada. El bis y la vuelta, con tres tremendas interpretaciones, destacando “Rock Bottom Riser” por sobre todas, cerrando una gloriosa e impresionante presentación.

Con serios problemas de iluminación y un sonido que chirriaba a momentos, Callahan no dejo de emocionar, dejando en claro que es una leyenda viviente dentro del folk lo-fi y el cual no escatimaba, con su voz fuerte y seca, regalarte un dolor o incluso embriagarte de amor envenenado, algo que solo Callahan puede lograr con su hermosa y malévola interpretación.


**foto por imagenes paganas


Bill Callahan - Blood Red Bird (Live Chile)

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