Nine Inch Nails - Movistar Arena 04/10/08

El responsable de expandir una bomba industrial, ya oxidada por estas décadas, se presentó el pasado sábado 4 de Octubre en el grandilocuente Movistar Arena, y no era para menos tal grandilocuencia, con un despliegue escénico de iluminación mórbida y en donde, realmente había luces en el cielo, se presento Nine Inch Nails, con su estrella principal Trent Reznor y sus acompañantes legendarios como; el entrañable y original guitarrista de la banda, Robert Finck, el maquinista electrónico Alessandro Cortini, el potente baterista Josh Freese (Devo, The Vandals, A Perfect Circle) y el bajista –y mejor amigo de Beck- Justin Meldal-Johnsen (Beck, IMA Robot, The Mars Volta). Todos ellos unidos para un show de proporciones lunáticas y de muchísimo calibre visual… y claro también musical.

Un show en donde no había ninguna tregua entre tema y tema, corriendo tan rápido que las más de dos horas de concierto ni si quiera se hicieron notar. Comienza todo con cuatro canciones de su ultima placa “The Slip” [2008] y luego ya vienen los clasicos de discos como, “Pretty Hate Machine” [1989], “Broken” [1992] y “The Downward Spiral” [1994], todo con luces preciosas y en efectos especiales que realmente asombraban hasta incluso al mas escéptico.

Un set list contenido en canciones de su ultima placa y el antecesor y muy mediocre “Year Zero” [2007], dejando así muchísimos clásicos de lado, algo que se sintió en varias partes del concierto, esto porque que las nuevas composiciones de Reznor son algo fastidiosas, no tan certeras y sin mucho del daño que antes NIN contenía. Sin embargo hubo sus momentos épicos, pero en general solo en ocasiones donde la visualidad ganaba muchísimo más protagonismo.

Sin embargo todavía existen algunos momentos de esa rabia amarga, algo que en un principio la banda contenía en todo momento, eso si solo fueron en ocasiones; la esperadísima y energética “The March Of Pigs”, la excelente y rabiosa “Gave Up” y quizás el momento mas clásico y sentido de toda la noche, “Hurt”, declarando así el ocaso del concierto, llegando a un clímax algo austero y en donde hay tiempo para dos canciones mas, pero con un termino de no tanta algarabía y con una inmediata suspicacia a flor de piel, esa que llamaba mas a adorar la visualidad, que netamente a la banda, la cual, en algún momento, estuvo ahí. Cabe destacar esa performance tipo Kraftwerk en canciones como, “The Warning” y “Vessel”, en donde la electrificación de su sonido pasaba más por visualidad, que por otra cosa, pero asi y todo fue algo precioso de ver.

Como dicen por ahí; “muchas luces, poco ruido” y no fue simplemente porque no hubiese estado ruidoso, solo fue por que las luces se robaron todo el show de Nine Inch Nails, algo que a estas alturas al Sr Reznor le debe importar muy poco.


Nine Inch Nails - Hurt (Live)